La mayoría de las personas que desarrollan el consumo frecuente de sustancias puede presentar factores característicos como:
- Un estilo de vida estresante.
- Pertenecer a una familia disfuncional.
- Tener baja autoestima.
- Algún trastorno entre ellos depresión, déficit de atención u otro problema de salud mental.
Dentro del desarrollo del consumo existen 4 etapas:
Consumo experimental: Es aquel que se involucra de manera recreativa para su uso y cometer algunos actos de desafío hacia las figuras de autoridad.
Consumo regular: El individuo presenta abandono escolar o hacia el trabajo y la da más importancia al consumo para evadir su realidad, provocando aislamiento familiar e involucrarse con amistades que también son consumidores.
Consumo problemático o riesgoso: El individuo pierde motivación de acudir a sus actividades cotidianas, sus comportamientos y conductas son irracionales e inadecuados y pueden llevarlo a cometer actos delictivos o antisociales como vender drogas, violentar y romper leyes.
Adicción: Lo único que es importante ya en su vida es el consumo de sustancias psicoactivas o nocivas, niega su enfermedad, su salud se degenera, pierde el control ante situaciones que puede provocar depresión atentando contra su propia vida como llegar incluso al suicidio.